lunes, 8 de septiembre de 2014

La capital, Berna

Buenos días!

Un año más vieja, hemos tenido visita este fin de semana para celebrarlo en compañía de la familia y como no, aprovechamos la ocasión para hacer nuevas visitas.

Esta vez el destino escogido ha sido Berna. Esta ciudad es la capital administrativa de toda la Confederación Helvética. Además está declarada Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1983 por su casco antiguo de la época medieval. Tiene otras atracciones como su Catedral, el parque de los osos, la Torre del Reloj, entre otras.

Es una ciudad romántica y atractiva, llena de flores y colores que alegran el monótono gris que reina en las fachadas y la meteorología. A parte de su arquitectura, también destaca que fue el lugar dónde Albert Einstein hizo su famosa Teoría de la Relatividad, cuyo hecho están orgullosísimos los suizos.

Nuestro medio de transporte fue el coche y lo estacionamos primeramente en la estación de tren, que está justo al lado del centro histórico. Es recomendable ir en tren ya que nosotros tuvimos que mover el coche por el límite de horas que tienen algunos aparcamientos, dejándolo seguidamente en al lado del parque de los osos.

Callejear y pasear por su casco antiguo es un placer, ya que sus calles están decoradas con muchas flores e impresionan ver todas las puertas que dan a la calle de los búnquers de la II Guerra Mundial que dispone cada edificio. Dicha calle, recorre todo el casco medieval desde la estación hasta el parque de los osos (Kramgrasse y Gerechtigkeitsgasse) y se considera la calle más bella del mundo.




En ella nos encontramos con la Torre del Reloj.


Además, por todos los rincones de la ciudad encuentras muchas fuentes. Estas son originarias de la Edad Media y son el toque de color que necesita la ciudad para romper con el monótono gris de sus fachadas.

También encontramos el Palacio Federal de Berna dónde se administra el gobierno suizo (el Consejo Federal, el Consejo de Estado y el Consejo Nacional), el cual se encuentra en la Plaza Federal (Bundesplatz).



Seguidamente llegamos a la Catedral de Berna (Münster) con connotaciones góticas y que tiene la torre de iglesia más alta de Suiza. Se puede subir por 5.- y lo recomiendo encarecidamente.



Tiene 344 escalones y es la guinda del pastel de la visita a Berna. Tiene unas vistas preciosas de toda la ciudad, diferenciando claramente los barrios, el recorrido del río y las montañas de bernesas.





Para coger aire y descansar con una buena comida, nos dirigimos al Barengraben o parque de los osos que se encuentra en la curva del río Aare, al final de la calle peatonal. Allí podremos ver el recinto que tienen para cuatro osos pardos.
Estos animales son el icono de la ciudad y del cantón de Berna. Cuenta la leyenda, que el duque que fundó la ciudad en 1191, Berthold V, juró dar el nombre a la ciudad con el primer animal que matara en su cacería y ese fue un oso (Bär, en alemán) y de ahí tiene el nombre tal y como lo conocemos hoy, Bern.



Hay otras atracciones de la ciudad muy recomendables como ver la casa de Albert Einstein, visitar el Museo de Historia de Berna (Bernisches Historisches Museum) o el Jardín de las rosas, pero lo dejaremos para otra visita, que seguro que volveremos.

Espero que os haya gustado y pronto tendremos más novedades porque parece que este setiembre, ¡la lluvia está respetando los fines de semana!




Enlaces de interés:
Oficina de turismo de Berna con información en español: http://www.bern.com/sp/

No hay comentarios:

Publicar un comentario